Las pesadillas infantiles, son trastornos del sueño caracterizados por acontecimientos o conductas anormales asociadas al sueño, a sus fases específicas o a los momentos de transición sueño-vigilia.
Normalmente no constituyen un trastorno importante, pero si pueden ser objeto de asesoramiento por los efectos secundarios que pueden producir en el niño (miedo a dormirse, irritabilidad, ansiedad, etc.)
Es por ello, que les facilito información y algunos consejos a seguir, para solucionar de la manera más saludable estos contratiempos.
Las pesadillas, pueden ser aterradoras para el niño y también para los padres. Son reacciones de miedo comunes y normales a los sueños desagradables que se inician normalmente a los tres años de edad, teniendo su punto máximo a las edades de cuatro y seis años.
Las niñas son susceptibles de padecerlas más tarde que los niños.
Las pesadillas, al contrario que los terrores nocturnos, pueden ser aterradoras para el niño y también para los padres v son resultado de sentimientos de inseguridad, ansiedades, miedos o preocupaciones. Son reacciones de miedo comunes y normales a los sueños desagradables que se inician normalmente a los tres años de edad, teniendo su punto máximo a las edades de cuatro y seis años.
Las niñas son susceptibles de padecerlas más tarde que los niños.
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestro hijo?
Unas veces, con dejar temporalmente un punto de luz o la puerta abierta el niño se queda tranquilo, pero otras no es suficiente. Os propongo una serie de estrategias que os pueden ser útiles:
§ Es importante crear una rutina de sueño agradable y tranquila.
§ Evitar cuentos, historias o películas que puedan causar miedo al niño, especialmente justo antes de irse a dormir.
§ Durante el día buscar juegos divertidos que se puedan hacer a oscuras dentro de la habitación por ejemplo con una linterna (jugar a las sombras, buscar un tesoro, adivinar ruidos...).
§ Si aparece una pesadilla por la noche, no encender la luz para calmarle. Se le puede calmar con la luz del pasillo, para que no asocie luz a tranquilidad.
§ No le amenacéis con lo que le da miedo si su comportamiento no es adecuado en un momento dado.
§ Podéis recurrir a cuentos infantiles que hay publicados sobre este tema y que así se pueda identificar con ese personaje, o aprovechar las ideas del personaje para superar su miedo.
§ Se puede recurrir a un muñeco o a un amuleto que le protege por la noche siempre y cuando el niño esté de acuerdo.
A veces, el niño intentará meterse en vuestra cama u os pedirá que, por favor, durmáis con él. Ésta es una decisión muy personal, pero el aceptarla no es garantía de solución. En este caso estáis metiendo el problema debajo de la alfombra y en algún otro momento saldrá a flote.
Esto no quiere decir que no os podáis quedar con él un ratito. Al contrario, no se debe dejar al niño solo con su miedo. Necesita de vuestra presencia, de vuestra comprensión y que le transmitáis calma y seguridad. Que le acompañéis un rato, le acariciéis, que escuchéis lo que tiene que decir y que desviéis su atención hacia cosas agradables. Pero tenéis que darle la oportunidad de que se vaya enfrentando a la situación él solo (aunque sea a ratitos) con las estrategias que hemos comentado anteriormente y que vea que él puede. Con vuestra presencia permanente no puede enfrentarse a su problema.
Si el temor a la oscuridad se debe a las pesadillas, es aconsejable que os hable de ellas y ver dónde está la raíz del problema para poder actuar. Si el miedo es a determinados personajes se le puede dejar claro que sólo existen en los cuentos, y que en vuestra casa no pueden entrar 'los malos'. En casa papá y mamá lo protegen. Enseñadle, por ejemplo, cómo cerráis la puerta de la calle.
Lo importante es que poco a poco el niño pueda asociar la oscuridad con tranquilidad, con cosas divertidas. Que le premiéis por los pequeños logros que vaya consiguiendo con vuestra ayuda.
¿Qué podemos hacer para devolver al niño a su cama?

- Si el niño va hasta la habitación de sus padres, hay que hacerle volver a su cama y meterlo en ella sin demasiadas contemplaciones. Los padres han de ser firmes.
- Se puede utilizar la "táctica de los apretujones", la finalidad es hacer que el niño se sienta incómodo en la cama ajena y que la suya vaya siendo más atractiva. Consiste en empujarle hacia fuera de la cama, dejándole cada vez menos espacio en la cama, apretujarle sin hacerle daño, darle una patadita suave,...
- Utilizar recompensas por el hecho de dormir solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un "chico mayor". Préstele una atención especial y sea cariñoso con él durante el día.
- Hacer su habitación más atractiva, no significa re-decorarla sino cambiar algunos aspectos y que el niño sea participe de ellos.
- Establecer un horario regular de sueño.
- Antes de dormir contarle algún cuento. Se le puede contar alguno relacionado con el problema.
- Se puede utilizar un contrato en el que tendrá algún premio por dormir en su habitación, se marcará en un almanaque los días que ha tenido éxito, acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes.
MIS CUENTOS PREFERIDOS: Recomendaciones
¿Quién no ha tenido miedo al interior del armario al apagar la luz? Pues este niño, en un tono de humor y de ternura decide rebelarse a su miedo y al final se da cuenta que no es tan terrible como imaginaba sino que es dulce y tierno…
Una bonita historia de papeles invertidos donde unos coloridos y tiernos monstruos tienen miedo a la oscuridad y el niño no. Una forma de darle la vuelta al miedo nocturno, ponderar el papel del niño y hacer de los monstruos personajes con sentimientos y con miedos.
Otra bella y tierna historia donde el autor pone al límite ciertas situaciones para evidenciar la importancia de la real naturaleza de las cosas y la necesidad de las mismas. Así el niño contempla, a partir de un diminuto monstruo que se esconde debajo de la cama y que tiene un hambre atroz y busca la oscuridad como alimento, que no podemos vivir sin la noche.
Una bella historia de un niño que queda paralizado por su miedo a la noche, perdiendo el poder compartir momento de juego con los niños y focalizándose en todo aquello que le puede dar luz. Pero un día descubre una niña misteriosa que le descubrirá la luz especial que la noche tiene escondida.
Una ranita cada noche tiene miedo a irse a dormir en su estanque, surgen múltiples ruidos desconocidos que le dan miedo pero que a veces hace falta un pequeño empujoncito para poder ver más allá y no paralizarnos.
Un libro rimado que cuenta la historia de un niño alegre y divertido que se aterroriza cuando llega la noche y comienza a ver monstruos terroríficos, sombras y ruidos que desaparecen cuando sus padres encienden la luz. Pero su abuela le enseñará a vencer sus miedos y descubrirá junto a ella que la oscuridad puede ser divertida!